Empiezo este blog con la foto que el gran Maestro Carlos Centeno (1955-2018) tiene colocada en su perfil de red social, porque representa el legado cultural que formó junto a Doña Argelia Soza, hijas, hijos y nietos.
El día de hoy a las nueve de la mañana del domingo 09 de septiembre, desde diferentes medios de comunicación, se ha dado la lamentable noticia de la pérdida irreparable del Maestro Centeno, originario de Monimbó, el corazón de Masaya.
Su último deseo, que se realizara el Certamen Tradicional "Elección India Bonita de Monimbó 2018-2019", el cual se llevó a cabo exitosamente, el sábado 08 de septiembre de 2018, una noche antes de su partida. Como si el evento le dio la paz y tranquilidad para despedirse con la certeza que había cumplido, una vez más, en el rescate de las tradiciones. En sus últimas horas, tras la batalla contra el cáncer, su familia logró decirle y mostrarle videos, de que el evento se había realizado.
Como se aprecia en esta fotografía, fue su familia, lo más importante en su vida, rodeado de Doña Argelia Soza que siempre le acompañó en todas sus decisiones y le dio la fuerza, junto a sus hijos, para llevar hasta lo más alto el rescate de las costumbres y tradiciones de Monimbó.
Del legado que deja Don Carlos, hay mucho por escribir y decir. Sus enseñanzas están grabadas en las memorias de sus alumnas y alumnos, amistades, conocidos y no conocidos. También se distribuyen entre las diversas entrevistas que brindó a nivel nacional e internacional.
Don Carlos, siempre nos instó a sentirnos orgullosos de ser monimboseños. En los temas a exponer por parte de las candidatas a la elección de las indias bonitas, siempre destacaba la IDENTIDAD y enfatizar que Monimbó no es un barrio, sino, una comunidad indígena.
Muchos reconocen su paciencia y dedicación como maestro de niñas, niños, jóvenes y adultos de la comunidad. Daba clases a cualquier hora y de manera gratuita para los habitantes de la comunidad.
Siempre promovió la solidaridad entre bailarines. El que mejor sabía le enseñaba al resto, bajo su coordinación y dirección.
Recuerdo que aprendí a "bailar marimba", como decimos popularmente, una vez que llevaron a mi casa una volante que decía que enseñaban a bailar marimba y era en la casa de la Familia Centeno-Soza. Para asistir sólo se necesitaba el interés y la voluntad de aprender, junto al resto de jóvenes. Desde esa vez, pude apreciar el empeño de esta familia por incentivar a la juventud de la comunidad a disfrutar de la danza autóctona y profundizar en los orígenes del baile de las inditas.
El Maestro, nos deja patentizado el rescate del traje tradicional de la India y el Indio de Monimbó, el peinado y confección de las flores que adornan la cabellera de la indita, el rescate del uso del zontol como perfume natural que usan las bailarinas cuando van a danzar (como un tributo a nuestros ancestros) y la tradición del uso de caites durante la danza. Esto, porque todavía hay quienes al danzar no les gusta usar caites y prefieren otro tipo de calzado. También, válido rescatar el lugar merecido que le dio a los marimberos en cada actividad que realizaba. La Danza Negra, se convirtió en la pieza folklórico principal para dar inicio a la Elección de la India Bonita de Monimbó.
Destacable reconocer el sello personal que deja con los pasos de baile sencillos y movimientos modestos del cuerpo, durante la ejecución de las piezas folklóricas tradicionales. Estoy segura que quienes lean este artículo y hayan pasado por la Escuela de la familia Centeno-Soza, sabrán de lo que estoy hablando y lo que significa. También, estoy segura que tendrán más anécdotas y recuerdos de hechos históricos que valen la pena dar a conocer.
Gloria Palacios
Comunicadora Social
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